Departamento de Bioquímica
Prof. Carlos Asensio

Carlos Asensio (1925-1982), nació en Oviedo, estudió Farmacia en Madrid e hizo el Doctorado sobre Bioquímica Clínica en la casa de Salud Valdecilla. En 1956 se incorporó, como becario, al Instituto Gregorio Marañón (sección de Enzimología).

Fue el primer español que consiguió una de las prestigiosas becas NIH para trabajar durante dos años con el Profesor Horecker en el Medical Center de la New York. Posteriormente, (septiembre 1961 a enero 1963) sufragado por la Fundación Rockefeller, organizó y dirigió el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Salvador. A su regreso a España, fue Colaborador Científico, Investigador Científico y Profesor de Investigación del Instituto Gregorio Marañón.

Su relación con el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la UAM comenzó en 1971 tras el traslado de todo el grupo del Dr. Sols a esta Facultad. Mediante concurso oposición fue Profesor Agregado de la misma. En 1980 dejó este Departamento tras obtener la plaza de Catedrático de Bioquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares.

Carlos Asensio no fue un investigador al uso:

a) Durante su estancia en Nueva York escribió múltiples cartas personales a Alberto Sols de índole y contenidos muy variados.: Tras su muerte accidental en 1982, estas cartas fueron editadas por Alberto Sols y la Caja de Ahorros de Asturias, bajo el título de «Cartas desde América» (1988-1986) con prólogo de Severo Ochoa, epílogo de Francisco Grande Covián y con una extensa recopilación del Profesor Sols.

A su vuelta a España trabajó sobre metabolismo y transporte de azucares en microorganismos y sobre el mecanismo de acción de microcinas, substancias antibióticas de bajo peso molecular segregadas por bacterias intestinales humanas, principalmente Escherichia coli.

b) Estuvo involucrado en múltiples aspectos de política científica: fue cofundador de la Sociedad Española de Bioquímica; Subdirector General de Relaciones Científicas del Ministerio de Educación Ciencia; promotor de una variedad de empresas de difusión de la investigación, incluido su participación en la planificación del futuro Instituto de Biología Molecular Severo Ochoa de la UAM; por todas estas actividades, el Ministerio de Educación y Ciencia le concedió a título póstumo la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.

c) Adicionalmente Carlos tenía un profundo sentido del humor, con capacidad para plasmarlo en viñetas, algunas de ellas todavía visibles en el Departamento.

Gran parte de esta información se ha recogido de la Introducción escrita por el propio Alberto Sols en el libro reseñado anteriormente, dónde dice de el: « Carlos era un científico muy creativo y un gran promotor de la ciencia en nuestro país, …era un semillero de ideas originales, un generoso sembrador de empresas científicas y paracientíficas. Su pérdida es irreemplazable, objetiva tanto como afectivamente….hacia mucho tiempo que Carlos había madurado de discípulo a colega, y me enseñaba a mi tanto como yo a el».