Departamento de Bioquímica

Historia. Origen, presente y futuro del Departamento de Bioquímica

• 1971. La necesidad crea oportunidades para las personas con capacidad. Así se explica que la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), con esta fecha reclutara al Dr. Alberto Sols, probablemente el bioquímico español mejor preparado de ese momento, para organizar el Departamento de Bioquímica de la recién inaugurada Facultad de Medicina. El Dr. Sols y su equipo procedían del Instituto de Enzimología del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), que entonces estaba ubicado en el corazón de Madrid. Así se firmó el primer convenio UAM-CSIC y así empieza esta historia que nos lleva hasta el presente y más allá.

• 1984. Dice el refrán que «la unión hace la fuerza». Por eso, un hito fundamental en la trayectoria del departamento es la creación en 1984, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (IIBM) aunando voluntades de la UAM y del CSIC. Este embrión de nuestro centro mixto sentaba los cimientos de investigación y docencia. Desde entonces se han renovado los acuerdos de cooperación entre ambas instituciones, dejando al IIBM del CSIC a cargo de la gestión de la investigación y al Dpto. de Bioquímica de la UAM como responsable de la docencia. El actual Convenio se firmó en 1998.

• 1990. El campo de la Bioquímica es tan rico y variado que en las últimas décadas del siglo XX, quedó de manifiesto la necesidad de dotarlo de profesionales especializados, más allá de la Medicina, la Química, la Farmacia o la Biología. La UAM, consciente del reto y de la oportunidad, organizó una licenciatura de Bioquímica, de segundo ciclo, de dos cursos académicos de duración, donde estudiantes de primer ciclo de las otras ramas podían obtener el título de licenciado en Bioquímica.

El departamento actualizó sus actividades docentes y se responsabilizó de esta tarea ilusionante junto con el Dpto. de Biología Molecular y otros departamentos de la Facultad de Ciencias. Fue una época de transición, muy rica y estimulante para los profesores, que tuvimos que ampliar nuestra formación más allá de la Bioquímica estrictamente orientada a médicos para alcanzar horizontes más básicos y biotecnológicos. La formación en el tercer ciclo (postgrado) fue también muy exitosa y pronto nuestro programa de doctorado obtuvo la Mención de Calidad que se renovaría anualmente hasta su extinción.

• 2000. Pero, el tiempo es movimiento y los cambios nos hacen evolucionar. La construcción de la Unión Europea también tocó a la universidad y en 1999 se construye el Espacio de Educación Superior Europeo, que cambiaría muchos aspectos de la formación universitaria. Surgieron palabras como «competencias», «destrezas», créditos ECTS, etc.

• 2005-6. Junto con el Departamento de Biología Molecular desarrollamos un programa de postgrado que es de los más exitosos de la UAM, y que sigue en la actualidad. En los grados se fue lentamente, hubo que hacer un libro blanco de los nuevos Grados en Bioquímica y Biotecnología en el que el departamento contribuyó como coordinador nacional de más de 15 universidades, y por fin fue aprobado por el Consejo de Universidades.

El plan Bolonia benefició enormemente al campo de la Bioquímica ya que nos dio la oportunidad de crecer hasta ocupar el sitio que corresponde al extraordinario desarrollo que experimenta esta rama de la ciencia. Así se funda el Grado en Bioquímica, con cuatro cursos anuales. Además, desarrollamos un ambicioso programa de máster en Biociencias Moleculares en asociación con el departamento de Biología Molecular.

En la actualidad participamos en 20 asignaturas de los grados en Medicina, Bioquímica y Nutrición Humana y Dietética y 14 asignaturas de los Másteres en Biomedicina Molecular, Biomoléculas y Dinámica Celular, Biotecnología, Física de la Materia Condensada y de los Sistemas Biológicos y Neurociencia. También participamos en el programa de doctorado en Biociencias Moleculares.

• 2017-18. Seguimos evolucionando y en el próximo curso esperamos coordinar el nuevo máster en Bioinformática. Otra meta próxima es nuestra participación en el futuro Grado en Ingeniería Biomédica. Todos estos desafíos se pueden afrontar gracias a que la plantilla del departamento se encuentra en un proceso constante de renovación gracias al programa Ramón y Cajal, que en los últimos años ha permitido incorporar jóvenes investigadores con alta vocación docente.

• Futuro. Somos conscientes de los retos que nos esperan en los próximos años, donde el crecimiento vertiginoso de nuestra ciencia exige una renovación continuada. Nuestra visión es la de un departamento cada vez más comprometido con la investigación, la transferencia al sector clínico y biotecnológico, y, por supuesto, la docencia. Está en la naturaleza del ser humano la curiosidad por lo desconocido y la necesidad de comunicar lo que sabemos.